Aire atmosférico y compresores: lo que no ves, sí importa

El aire comprimido es un recurso esencial en numerosos procesos industriales. Sin embargo, lo que muchas veces se pasa por alto es que el aire que se comprime no es puro: contiene una mezcla compleja de gases, partículas, humedad y otros contaminantes que pueden afectar directamente la eficiencia y durabilidad de toda la red neumática.

¿Qué aspira realmente un compresor?

El compresor no crea aire, lo toma del ambiente. Eso significa que toda la calidad del aire atmosférico —y sus impurezas— ingresan al sistema desde el primer momento. Una vez aspirado, el aire es comprimido, lo que aumenta la concentración de todo lo que contiene: lo bueno y lo malo.

Este proceso natural pero muchas veces ignorado puede convertirse en el origen de múltiples problemas si no se lo aborda correctamente.


Los contaminantes invisibles que impactan tu red

Al comprimir aire, se introducen contaminantes que afectan no solo al rendimiento del sistema, sino también a la calidad del producto final, la eficiencia energética y la vida útil de los equipos. Los principales contaminantes son:

▸ Partículas

El aire que respiramos contiene millones de partículas invisibles: polvo, polen, óxidos, entre otros. Un compresor promedio aspira unas 140 millones de partículas por metro cúbico. Aunque el filtro de admisión puede reducir esa cantidad en un 40%, la compresión del aire aumenta la concentración de partículas hasta 800 millones por m³.

Estas partículas terminan depositándose en la cañería, obstruyendo válvulas, dañando herramientas y reduciendo la eficiencia general del sistema.

▸ Agua

El vapor de agua presente en el aire se vuelve un problema mayor al ser comprimido. Durante este proceso, la temperatura del aire sube, pero al enfriarse luego, se condensa y forma agua líquida.

¿Sabías que un compresor que produce 720 m³/h puede generar hasta 60 litros de agua por día en condiciones normales? Esa agua se acumula en el tanque pulmón, en las cañerías y en componentes clave, provocando corrosión, averías y fallos operativos.

▸ Aceite

El aceite que se utiliza en el sistema de lubricación también puede migrar hacia el aire comprimido. Una vez dentro de la red, se deposita en diferentes puntos del sistema y, al mezclarse con el agua condensada, forma emulsiones que son altamente nocivas y difíciles de eliminar.

Estas emulsiones comprometen filtros, obstruyen válvulas y pueden contaminar productos finales en industrias donde la pureza del aire es crítica.

▸ Otros contaminantes

Además de los mencionados, también pueden aparecer olores, bacterias, virus y sustancias específicas propias del entorno geográfico o del tipo de industria. Estos agentes pueden afectar tanto los equipos como la salud de los operarios.


¿Qué podemos hacer?

Conocer el origen y el impacto de estos contaminantes es el primer paso. El siguiente es actuar: incorporar sistemas de tratamiento adecuado como filtros, secadores, separadores de agua y aceite, etc. y realizar mantenimientos periódicos.

Una red de aire comprimido eficiente no se logra solo con un buen compresor, sino con una gestión integral de la calidad del aire que se está utilizando.

Si necesitas asesoramiento para planificar y diseñar correctamente una red de aire comprimido contactate con nuestros asesores por WhatsApp al (+54 9 11) 6473-2532 o vía Mail al consultas@distritec.com.ar

Fuente: e-book DRECAF

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